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Si no sabes la diferencia entre finiquito y liquidación, este artículo es para ti. Ya que entender la distinción entre ambos es muy importante para cualquier trabajador que finalice su empleo, ya sea por renuncia, término de contrato o despido.
Aquí, exploraremos a fondo qué es el finiquito, sus componentes esenciales como el salario devengado, las vacaciones no disfrutadas y el aguinaldo proporcional, y en qué situaciones aplica.
Pero también abordaremos la liquidación, un pago adicional que se activa bajo circunstancias específicas, principalmente en casos de despido injustificado o causas imputables al patrón.
Descubrirás las diferencias clave en el motivo de la terminación laboral, el alcance y monto de cada pago, y si son un derecho universal o condicionado.
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Además, te guiaremos a través de escenarios comunes y su impacto en el pago, y te proporcionaremos acciones claras a seguir en caso de incumplimiento del pago por parte del empleador. Prepárate para conocer tus derechos laborales y asegurar que recibas lo justo.

Es importante recordar que el finiquito debe pagarse en un plazo máximo de tres días hábiles a partir de que termina la relación laboral. No esperes más tiempo del que marca la ley.
Entendiendo el finiquito laboral
Cuando una relación de trabajo llega a su fin, es normal que surjan preguntas sobre qué pagos corresponden. El finiquito es uno de esos pagos, y es importante entenderlo bien.
Básicamente, el finiquito es la suma de dinero que tu empleador te debe entregar al terminar tu contrato laboral, sin importar la razón por la que te vas.
Sí, así como lo lees, te toca recibirlo ya sea que tú decidas renunciar, que tu contrato expire, o que te despidan, justificada o injustificadamente.
Definición clara del finiquito
Entonces, el finiquito es el pago que engloba todas las deudas pendientes que la empresa tiene contigo al momento de concluir la relación laboral. Incluye conceptos como salarios, prestaciones y cualquier monto que hayas generado y aún no te hayan entregado.
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Recibir el finiquito es un derecho laboral irrenunciable y una obligación legal para el patrón. No se trata de un beneficio extra, sino del cumplimiento de lo que te corresponde por ley al finalizar tu trabajo.
¿Cuándo corresponde el pago del finiquito?
El finiquito es un derecho que se activa en la mayoría de los escenarios en los que termina una relación laboral en México. No importa el motivo de la salida. Siempre que concluyas tu vínculo con la empresa, tienes derecho a recibir este pago. A continuación, te explicamos los casos más comunes en los que corresponde el pago del finiquito:
- Renuncia voluntaria: cuando decides dejar tu trabajo por decisión propia, la empresa debe pagarte el finiquito correspondiente a los días trabajados, vacaciones no gozadas, aguinaldo proporcional y demás prestaciones devengadas.
- Término de contrato: si tu contrato era por tiempo determinado y llega a su fin, también tienes derecho a recibir el finiquito con todos los conceptos acumulados hasta la fecha de finalización.
- Despido justificado: en caso de que la empresa te despida por una causa legalmente válida, como faltas graves o incumplimiento de obligaciones, te corresponde el finiquito, aunque no una indemnización adicional.
- Despido injustificado: si eres despedido sin una causa reconocida por la ley, además del finiquito, podrías tener derecho a una liquidación. Sin embargo, el finiquito siempre debe pagarse.
- Imposibilidad para trabajar: si una enfermedad o incapacidad te impide continuar laborando, la empresa debe liquidar todas las prestaciones pendientes mediante el finiquito.
- Fallecimiento del trabajador: en caso de fallecimiento, el finiquito debe ser entregado a los beneficiarios legales del trabajador.
En resumen, el finiquito es un pago obligatorio en casi todas las formas de terminación laboral, garantizando que recibas lo que te corresponde por ley, sin importar la causa de tu salida.
Componentes esenciales del finiquito
El finiquito no corresponde a una cantidad fija, ya que se integra por diversos elementos que varían según la situación de cada trabajador.
Entre los componentes más comunes se encuentra el salario devengado, que son los días trabajados en el último periodo de pago y que aún no han sido liquidados. Por ejemplo, si tu pago es quincenal y dejas la empresa a mitad de la quincena, te deben esos días laborados.
También se incluyen las vacaciones no disfrutadas, es decir, los días de descanso pendientes que no llegaste a tomar y que deben ser pagados. A esto se suma la prima vacacional, que representa un pago adicional del 25% sobre el monto de las vacaciones no gozadas.
Finalmente, el finiquito contempla el aguinaldo proporcional, que es la parte del aguinaldo que te corresponde por el tiempo trabajado durante el año, aunque no hayas cumplido el ciclo anual completo.
Todos estos conceptos se suman para determinar el monto total que recibirás al finalizar tu relación laboral. A continuación, comprenderemos qué diferencia la liquidación del finiquito.
La liquidación: un pago adicional por despido
La liquidación es un pago adicional que puede recibir un trabajador al finalizar su relación laboral. Pero a diferencia del finiquito, no siempre aplica en todos los casos.
Se trata de una indemnización que busca compensar la pérdida del empleo cuando la terminación no es responsabilidad del trabajador.
En esta sección, te explicaremos en qué situaciones tienes derecho a la liquidación, cuáles son los casos específicos en los que procede y qué elementos la integran.
Así podrás identificar cuándo corresponde este pago y asegurarte de recibir lo que marca la ley si te despiden sin causa justificada.
¿Qué es la liquidación laboral?
La liquidación, también conocida como indemnización por despido, es un pago que va más allá de lo que ya te ganaste. Se otorga principalmente cuando la empresa decide terminar tu contrato sin que tú hayas hecho algo malo.
Es decir, si la causa de tu salida no es tu culpa, la ley te protege con esta compensación. La liquidación es un derecho que busca resarcir al trabajador por la pérdida del empleo cuando esta no se debe a una falta suya.
Casos específicos para la liquidación
La liquidación no es un pago automático ni universal; solo se otorga en situaciones muy particulares donde la responsabilidad de la terminación laboral recae en el empleador. Es fundamental conocer estos escenarios para saber cuándo puedes exigir este derecho y no quedarte sin la compensación que te corresponde.
- Despido injustificado: si la empresa te despide sin una causa válida reconocida por la Ley Federal del Trabajo, o si no te proporciona un motivo claro y por escrito, se considera un despido injustificado. Por ejemplo, si eres parte de un recorte de personal y tu desempeño no tuvo nada que ver, tienes derecho a la liquidación.
- Terminación por causas de la empresa: cuando la compañía decide cerrar operaciones, eliminar tu puesto debido a una reestructura, o tomar cualquier decisión que implique la terminación de tu contrato sin que hayas cometido una falta, también procede la liquidación. En estos casos, la decisión es completamente del patrón y no depende de tu conducta.
- Renuncia por causa del patrón: aunque parezca contradictorio, si te ves obligado a renunciar por situaciones como maltrato laboral, acoso, falta de pago o porque el patrón incumple gravemente sus obligaciones, puedes exigir la liquidación. La ley protege al trabajador cuando la renuncia es consecuencia directa de acciones o negligencias del empleador.
En conclusión, la liquidación solo se paga en circunstancias donde la terminación laboral no es culpa del trabajador. Conocer estos casos te permite defender tus derechos y reclamar la indemnización correspondiente si te encuentras en alguna de estas situaciones.
Elementos clave de la liquidación
Cuando tienes derecho a la liquidación, esta se suma a tu finiquito y está compuesta por varios elementos clave. En primer lugar, recibirás el equivalente a tres meses de tu salario como indemnización básica.
Además, se te pagarán veinte días de salario por cada año trabajado en la empresa, calculando tu sueldo diario y multiplicándolo por 20 y luego por el total de años de servicio; si trabajaste solo una fracción de año, este monto se ajusta proporcionalmente.
También puede corresponderte la prima de antigüedad, que equivale a doce días de salario por cada año laborado, siempre que tengas al menos quince años de servicio o si fuiste despedido, incluso en casos justificados. Es importante considerar que este cálculo tiene topes legales, por lo que no siempre se paga el total de días por año.
Recuerda que, además de estos conceptos de indemnización, siempre deben pagarte tu finiquito, el cual incluye los días trabajados, el aguinaldo proporcional y las vacaciones pendientes que aún no te hayan liquidado.
Es fundamental entender que la liquidación no es un pago automático. Se activa bajo circunstancias muy específicas donde la responsabilidad de la terminación recae en el empleador. Si renuncias por tu cuenta sin una causa justificada o si te despiden por una falta grave tuya, no tendrás derecho a esta indemnización adicional.
Diferencias fundamentales entre finiquito y liquidación
Conocer las diferencias entre finiquito y liquidación es esencial para cualquier trabajador, ya que ambos pagos surgen al terminar una relación laboral, pero no significan lo mismo ni se otorgan en las mismas circunstancias. Aunque suelen confundirse, cada uno responde a situaciones y derechos distintos.
En esta sección, te explicaremos de manera sencilla cuándo corresponde cada pago, qué conceptos incluye cada uno y por qué es importante identificar si tienes derecho solo al finiquito o también a la liquidación. Así podrás reclamar lo que realmente te corresponde y evitar confusiones al finalizar tu empleo.
Motivo de la terminación laboral
Lo primero y más importante es por qué se acabó la relación laboral. El finiquito se paga siempre, sin importar si renunciaste, te despidieron con causa o sin ella, o se acabó tu contrato temporal. Es como el cierre de cuentas pendientes.
En cambio, la liquidación solo aplica si el patrón te despide sin una causa justificada o si hay una falta grave de su parte. Si tú renuncias o te despiden por algo que hiciste mal, olvídate de la liquidación, solo te toca el finiquito.
Alcance y monto de cada pago
Piensa en el finiquito como lo que ya te ganaste y no te han pagado. Incluye tu último sueldo, las vacaciones que no tomaste y su prima, y la parte proporcional del aguinaldo. Es, básicamente, lo devengado. La liquidación, por otro lado, es un pago extra, una indemnización.
Si te despiden injustificadamente, te dan, además de tu finiquito, tres meses de salario y 20 días de sueldo por cada año trabajado. ¡Claro que la liquidación suele ser mucho más dinerosa!
Derecho universal vs. condicionado
El finiquito es un derecho que tienes sí o sí al terminar la chamba. Es universal. Ya la liquidación, como te decíamos, es condicionada. Solo te toca si el patrón te da las gracias sin motivo justificado o si él incumple gravemente el contrato. Si la culpa es tuya, no hay liquidación.
Es clave entender que siempre que haya liquidación, también habrá finiquito. Primero se calculan tus partes proporcionales (el finiquito) y luego, si aplica, se suma la indemnización (la liquidación). Aquí te va un resumen rápido en tabla:
| Concepto | Finiquito | Liquidación |
|---|---|---|
| ¿Cuándo se paga? | Siempre al terminar la relación laboral | Solo en despido injustificado o falta grave del patrón |
| ¿Qué incluye? | Salarios pendientes, aguinaldo proporcional, vacaciones no gozadas y prima vacacional | Lo del finiquito + 3 meses de salario + 20 días por año trabajado (si aplica) |
| ¿Es un derecho? | Sí, universal | Condicionado a la causa de la terminación |
Cálculo y conceptos involucrados
Calcular correctamente lo que te corresponde al finalizar una relación laboral es fundamental para no perder ningún derecho. El monto total de tu finiquito o liquidación depende de varios conceptos que deben sumarse de manera precisa, considerando tanto tu salario como las prestaciones acumuladas.
Por eso, a continuación, te explicaremos cómo se determina cada uno de estos elementos. Desde el salario devengado y los pagos proporcionales, hasta el aguinaldo, las vacaciones pendientes y las primas correspondientes.
Así podrás entender a detalle cómo se calcula tu pago final y asegurarte de recibir lo justo.
Salario devengado y proporcionales
Para empezar a desglosar lo que te corresponde, lo primero es tener claro tu salario diario integrado. Este no es solo tu sueldo base, sino que incluye la parte proporcional de otras prestaciones.
Si te despiden o renuncias, te deben pagar los días que trabajaste desde tu último corte de nómina hasta la fecha de salida.
Es decir, si te pagan los días 1 y 15 de cada mes, y tu último día fue el 10, te deben esos 10 días trabajados del periodo actual. A continuación, un ejemplo de cálculo de salario devengado y proporcionales:
Supongamos que a un trabajador le pagan el 1 y el 15 de cada mes, y su último día de trabajo fue el 10. Su salario diario integrado es de $500 MXN.
| Periodo de pago | Último día trabajado | Días trabajados en el periodo | Salario diario integrado | Total a pagar por días trabajados |
|---|---|---|---|---|
| 1 al 15 | 10 | 10 | $500 MXN | $5,000 MXN |
Aguinaldo y vacaciones pendientes
Aquí es donde las cosas se ponen interesantes. Si no te has tomado todas tus vacaciones del año, o si el aguinaldo aún no se ha pagado completo, te toca la parte proporcional.
Por ejemplo, si te vas en junio y te tocaban 15 días de aguinaldo, te pagarán la mitad. Lo mismo aplica para las vacaciones no gozadas. La ley protege estos derechos, sin importar la causa de tu salida.
¿Veamos otro ejemplo para entenderlo mejor? Supongamos que un trabajador tiene derecho a 15 días de aguinaldo al año y 12 días de vacaciones anuales. Su salario diario es de $400 MXN. El trabajador deja la empresa en junio, habiendo trabajado 6 meses y no tomó 5 días de vacaciones.
| Concepto | Días que corresponden | Salario diario | Total a pagar |
|---|---|---|---|
| Aguinaldo proporcional | 7.5 (15 x 6/12) | $400 MXN | $3,000 MXN |
| Vacaciones no gozadas | 5 | $400 MXN | $2,000 MXN |
| Prima vacacional (25%) | 5 | $100 MXN | $500 MXN |
El aguinaldo proporcional se calcula tomando en cuenta que al trabajador le corresponden 15 días al año, pero solo laboró 6 meses, por lo que tiene derecho a 7.5 días (15 x 6/12). En cuanto a las vacaciones no gozadas, el empleado no tomó 5 días, los cuales deben pagarse completos.
Además, se suma la prima vacacional, que equivale al 25% sobre esos 5 días de vacaciones no disfrutadas (5 x $400 x 0.25 = $500). Todos estos montos forman parte del finiquito y deben ser liquidados al finalizar la relación laboral.
Prima vacacional y de antigüedad
Además de las vacaciones, existe la prima vacacional, que es un porcentaje adicional sobre tus días de vacaciones (generalmente el 25%). Si llevas más de un año en la empresa, también podrías tener derecho a la prima de antigüedad, que se calcula con base en tus años de servicio.
Es importante revisar tu contrato y la ley para saber exactamente qué te aplica. Para que lo entiendas mejor, veamos un ejemplo. Supongamos que un trabajador tiene un salario diario de $350 MXN, no tomó 6 días de vacaciones y ha trabajado 12 años en la empresa.
| Concepto | Días que corresponden | Salario diario | Porcentaje o factor | Total a pagar |
|---|---|---|---|---|
| Prima vacacional | 6 | $350 MXN | 25% | $525 MXN |
| Prima de antigüedad | 12 | $350 MXN | 12 días por año | $50,400 MXN |
La prima vacacional se calcula multiplicando los 6 días de vacaciones no gozadas por el salario diario de $350 y por el 25%, lo que da un total de $525 MXN (6 días x $350 x 0.25).
Por otro lado, la prima de antigüedad corresponde a 12 años de servicio, multiplicados por 12 días y por el salario diario, resultando en $50,400 MXN (12 años x 12 días x $350). Ambos conceptos deben sumarse al finiquito siempre que el trabajador cumpla con los requisitos legales establecidos.

Es vital entender que cada uno de estos conceptos se suma para formar el monto total que debes recibir. No son pagos aislados, sino partes de un todo que buscan compensarte por el tiempo y el trabajo brindado.
Escenarios comunes y su impacto en el pago
El modo en que finaliza una relación laboral determina de manera significativa los pagos que el trabajador recibirá al concluir su empleo. Las leyes mexicanas establecen distintos derechos y montos según si la salida es voluntaria, por despido justificado o injustificado.
En esta sección, analizaremos los escenarios más comunes y cómo cada uno de ellos impacta en el cálculo y los conceptos que integran el finiquito o la liquidación. Así podrás identificar claramente qué te corresponde en cada caso.
Renuncia voluntaria y finiquito
Cuando un trabajador decide terminar la relación laboral por voluntad propia, lo que le corresponde recibir es el finiquito. Este pago representa la suma de todas las deudas pendientes que la empresa tiene con el empleado hasta la fecha de su salida.
Es importante destacar que, en caso de renuncia voluntaria, no existe derecho a indemnización por despido, ya que la decisión de finalizar el vínculo laboral no fue responsabilidad del empleador. Los conceptos que normalmente integran el finiquito por renuncia son los siguientes:
- Salarios pendientes de pago hasta el último día trabajado.
- Aguinaldo proporcional, correspondiente al tiempo laborado en el año.
- Vacaciones no gozadas y la prima vacacional asociada a esos días.
- Otras prestaciones devengadas y no pagadas, como bonos, comisiones u otros incentivos que se hayan generado y aún no se hayan liquidado.
Es fundamental que la renuncia se presente por escrito y se entregue formalmente a la empresa. Ya que esto sirve como respaldo para ambas partes y facilita el proceso de cálculo y pago del finiquito.
De esta manera, el trabajador puede asegurarse de recibir todos los conceptos que le corresponden conforme a la ley.
Despido justificado y finiquito
Si la empresa despide a un empleado por una causa justificada, como faltas injustificadas, indisciplina grave o incumplimiento de contrato, también se paga un finiquito.
En este caso, el finiquito cubre lo mismo que en una renuncia voluntaria: salarios pendientes, aguinaldo proporcional, vacaciones y su prima.
La diferencia clave aquí es que, al ser un despido justificado, el trabajador no tiene derecho a una indemnización adicional por parte de la empresa. La ley protege a los empleadores en estos casos, siempre y cuando puedan demostrar la causa justificada del despido.
Despido injustificado y liquidación
Este es el escenario donde el trabajador tiene derecho a recibir más. Si la empresa despide a un empleado sin una causa legalmente justificada, o si no puede probar dicha causa, se considera un despido injustificado. En esta situación, el trabajador tiene derecho a:
- El finiquito: que incluye salarios pendientes, aguinaldo y vacaciones proporcionales.
- La liquidación: que consiste en una indemnización. Esta se calcula generalmente con base en el salario del trabajador y el tiempo que prestó sus servicios a la empresa. La ley establece que se deben pagar tres meses de salario como mínimo, además de la prima de antigüedad si aplica.
La carga de la prueba recae en el empleador. Si un trabajador es despedido y alega que fue injustificado, la empresa debe demostrar ante las autoridades laborales que existió una causa legal para el despido. De lo contrario, deberá pagar la liquidación completa.
La diferencia entre finiquito y liquidación se vuelve muy clara en este punto: el finiquito es el pago de lo devengado, mientras que la liquidación es una compensación por el despido improcedente.
Acciones ante el incumplimiento del pago
En ocasiones, al finalizar una relación laboral, el empleador puede negarse a pagar el finiquito, la liquidación o ambos, incumpliendo con sus obligaciones legales. Esta situación puede ser frustrante, pero es fundamental saber que existen mecanismos para reclamar lo que te corresponde.
En esta sección, te mostraremos los pasos clave que puedes seguir si enfrentas el incumplimiento de pago, desde los plazos legales para reclamar hasta las acciones y recursos disponibles para exigir tus derechos. Así podrás actuar con seguridad y respaldarte en la ley para obtener lo justo.
Plazos legales para el pago
Antes de iniciar cualquier reclamación, es fundamental conocer los plazos legales para exigir el pago de tu finiquito o liquidación.
Si fuiste despedido injustificadamente, cuentas con un plazo de dos meses a partir de la fecha de tu despido para presentar una demanda laboral ante las autoridades correspondientes. Este periodo es estricto, por lo que es importante actuar con rapidez para no perder tu derecho.
En el caso de que solo busques reclamar prestaciones pendientes como salarios, aguinaldo o vacaciones no pagadas, el plazo para hacerlo se extiende hasta un año desde la fecha en que debieron haberse pagado.
No dejes pasar el tiempo, ya que una vez vencidos estos plazos, será mucho más difícil, e incluso imposible, hacer valer tus derechos ante la ley.
Consecuencias del no pago
Cuando una empresa no cumple con el pago del finiquito o la liquidación, enfrenta diversas consecuencias legales y administrativas que pueden afectar tanto su economía como su reputación.
Es importante que los trabajadores conozcan estas implicaciones para entender la seriedad del incumplimiento. Entre las principales consecuencias del no pago se encuentran:
- Multas económicas: las autoridades laborales pueden imponer sanciones monetarias a la empresa por incumplir con sus obligaciones.
- Pago de intereses: la empresa deberá cubrir intereses sobre las cantidades adeudadas, incrementando el monto total a pagar.
- Salarios caídos: si el proceso legal se prolonga, el empleador puede ser obligado a pagar los salarios que el trabajador dejó de percibir durante el litigio.
- Daño a la reputación: el incumplimiento puede afectar la imagen de la empresa ante empleados, clientes y el público en general, dificultando la atracción de talento y negocios futuros.
En conclusión, no pagar lo que corresponde al trabajador no solo implica un riesgo legal para la empresa, sino que también puede generar pérdidas económicas y dañar su prestigio en el mercado laboral.
Reclamación y asesoría legal
Si te enfrentas a la negativa de tu empleador para pagarte el finiquito o la liquidación, es fundamental actuar de manera informada y estratégica.
Existen pasos concretos que puedes seguir para proteger tus derechos y asegurar que recibas lo que te corresponde conforme a la ley. A continuación, te presentamos una guía práctica con las acciones más recomendadas en estos casos:
- Infórmate y calcula: Antes que nada, ten claro cuánto te deben. Busca calculadoras en línea o acude a la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (PROFEDET) para tener una idea clara de tu finiquito y liquidación. Saber la cifra te da poder.
- No firmes nada bajo presión: si te piden firmar documentos, léelos bien. Si te despidieron y te quieren hacer pasar por renuncia, o si el monto no es correcto, no firmes. Puedes agregar una nota como: recibo bajo protesta, o simplemente negarte a firmar hasta que todo esté en orden.
- Reúne evidencia: guarda tu contrato, recibos de nómina, y cualquier comunicación sobre tu despido. Si no te dieron carta de despido, solicítala por escrito. La falta de esta carta puede jugar a tu favor.
- Busca la conciliación: antes de ir a juicio, es obligatorio pasar por una etapa de conciliación. Puedes acudir al Centro de Conciliación Laboral para intentar llegar a un acuerdo con tu empleador. Este proceso es gratuito y busca resolver las diferencias de forma rápida.
- Asesoría legal: si la conciliación no funciona, o si necesitas guía, la PROFEDET te ofrece asesoría legal gratuita. También puedes considerar un abogado laboral privado. Ellos te ayudarán a presentar una demanda formal si es necesario.
Recuerda que la ley está de tu lado. Muchas veces, el simple hecho de mencionar que acudirás a instancias legales o a la PROFEDET es suficiente para que la empresa cumpla. No te conformes si no te pagan lo justo.
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En resumen: tus derechos al terminar una relación laboral
Al final, tanto el finiquito como la liquidación son pagos importantes que te corresponden cuando dejas un empleo.
Lo clave es entender que el finiquito es algo que siempre te dan, sin importar por qué te vas. La liquidación, en cambio, es un extra, una indemnización que recibes si te despiden sin una causa justificada o si el patrón comete una falta grave.
Saber esta diferencia te da poder, porque te permite exigir lo justo. Si alguna vez te encuentras en esta situación, revisa bien tus cálculos, no te dejes presionar y, si es necesario, busca ayuda en las autoridades laborales. Al final, la ley está de tu lado para que recibas lo que te ganaste con tu trabajo.
Preguntas frecuentes:
¿El finiquito incluye el pago de utilidades (PTU)?
¿Puedo negociar el monto de mi finiquito con el empleador?
¿El finiquito se paga en efectivo o puede ser por transferencia bancaria?
¿Qué pasa si la empresa está en quiebra y no puede pagar el finiquito?
¿El finiquito aplica para trabajadores eventuales o por honorarios?